Para su segundo LP, Astrud decidieron crear canciones bastante más animadas y electrónicas que las de Mi fracaso personal, y Gran fuerza acabó convirtiéndose en uno de los discos favoritos de los fans. Además, sonaron en todas las pistas de baile dignas de principios de siglo con unos hitazos incontestables, como Europa y La Boda. Manolo seguía descubriéndose como uno de los letristas más peculiares de nuestro panorama, es imposible no arrodillarse antes el ingenio de La última, La culpa, Riqueza mental o Mírame a los ojos. Incluso la ñoña Somos el uno para el otro es un temazo como la copa de un pino. Un disco bueno más de un grupo que nunca falla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario