"Fuengirola" es un mini-LP de once canciones que marcó el primero de los (innumerables) cambios estilísticos de Flow. Su primer disco, "Headquake", era una colección de temas en inglés que bebían directamente del noise y el indie americano de la época, y con "Fuengirola" no solo incluyeron el castellano, sino que también ampliaron miras, manteniéndose en Estados Unidos, pero con toques blues y folk que añadieron matices muy interesantes a su música.
En tan solo trece minutos, Flow arriesgan en casi cada canción con una producción primitiva, casi inexistente. Abre el disco "Cuento de verano", una pequeña joya acústica de desamor y nostalgia con unos arreglos de piano que emocionan escucha tras escucha y que resulta ser lo más destacable. Después se suceden algunas bromas ("Fire Alarm" es, como indica su título, una alarma de incendios sonando durante medio minuto), instrumentales que no aportan gran cosa, por no decir nada ("Señor, cuando me llevarás", "Ranch tears"), ecos de su primer disco ("Rod Stewart", "Picaneto"), avances de lo que serían los Flow de "Sensazione" ("Marsuf, el viajero del espacio") y alguna pista que daría el pego en el "Surfer Rosa" de los Pixies, especialmente "Gotcha!", que cierra "Fuengirola".
A pesar de su sonido 4 pistas y de la evidente falta de trabajo en la grabación, "Fuengirola" es un artefacto indispensable para pasar del noise de "Headquake" al pop con mayúsculas de "Sensazione", una especie de esbozo de lo que estaba por venir. En definitiva, una transición necesaria para un grupo en constante cambio, que puede gustar más o menos, pero que siempre sorprende.
(Texto extraído de
La Fonoteca)
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